sábado, mayo 16, 2009

Entre láminas


Y llevé dentro de urnas transparentes a los cadáveres de pequeños seres

que se ahogaron en su mar de hambre.

Busqué entre sus restos…
y encontré la nada circulando en silencio.


Una voz que decía “no hay nada”,
una extrañeza inicial por la confusión.

Y lo comprendí.

Encerrados en sus habitaciones cilíndricas,
las partículas danzaban hasta su precipitación.

Hasta que llegaron aguas ajenas que se dispusieron a ser exploradas.

Una gota minúscula que formó una película delgada sobre el cristal,
un sumergimiento en el baño rojo
como para que su cuerpo se nutra con el brillo de una nueva sangre.

Bajo un halo protector pero frágil
descansaba tu cuerpo
teñido y diminuto.

Un ojo lejano echó la mirada por el largo túnel
que habría de ampliar tu enigmática imagen,
una voz femenina confirmó tu existencia…
otra, explicó tu naturaleza…

Llegó mi turno,
aproximé la vista a la ventana…
y te pude ver.

Te pude ver, Vorticella.



Y solo fue un encuentro en el laboratorio u.u

1 comentario:

Angela dijo...

jaja encuentro y todo en el laboratorio pero genial! fue como un nose que pero definitivamenete genial