viernes, marzo 27, 2009



Mañana la noche será diferente. Mañana los cielos dejaran de ser opacados por naranjas luces de alumbrado público. Mañana podremos asomarnos a la ventana y ver el vecindario a oscuras. Mañana nuestras casas estarán en sombras. Mañana…mañana.

En el inicio de los tiempos todo era diferente, y no solo por el caso de que existían animales y plantas que hoy ya no se ven, ni que las tierras tenían otra morfología, sino que se podía respirar un aire distinto, se podía beber un agua diferente, las preocupaciones eran otras. Quinientos años antes de que nazcamos, nuestros antepasados medievales se burlaban ante la sola idea de que algún día se iría a comercializar el agua. Para ese entonces el agua era un recurso increíblemente asequible, bastaba en ir al pozo del pueblo, a la fuente de la casa, al río más cercano, a la bahía del horizonte… Ahora tememos que en cualquier momento estalle una batalla para dominar la poca agua apta para consumo humano. En fin, que tiene que ver el agua con el apagón mundial, tal vez se pregunten. Pues para algunos parecerá risible la idea de vender aire. ¡Por todos los cielos, vender aire, qué idea es esa!

Pues es una idea que no esta alejada de la realidad. En Japón se comercializa un producto parecido a una botella con una mascarilla, contiene aire libre de contaminantes y rico en oxígeno. ¿Les parece extraño? Igualmente extraño hubiese parecido portar una botella de agua mineral en la época colonial. Años y años de evolución nos ha llevado hasta lo que ahora somos, unos seres desarrollados, capaces de controlar fenómenos que antaño se creían imposibles. Construimos edificios capaces de soportar sismos, represas que se enfrentan a la fuerza de los mares, medicamentos que se ríen de las enfermedades que por mucho tiempo fueron el terror de la población mundial. Hemos avanzado mucho, es verdad, pero no lo suficiente. Vivimos en un mundo de conflictos creados enteramente por la mano humana, en su mal uso o en su descuido. No obstante mañana tenemos la oportunidad de subsanar una pequeña parte del terrible mal ocasionado. Mañana podremos recuperar un territorio perdido entre las densas nubes negras que nada tienen que ver con lluvias, mañana tal vez hasta veamos estrellas que hace tiempo no pueden mostrar su rostro por que se interpone un velo envenenado.

No dejemos que nuestro futuro se vea dificultado por nuestra negligencia, aun estamos a tiempo para dar un giro a nuestras acciones, para poder disfrutar de la pureza de los ríos, para poder respirar tranquilos en las avenidas, para dar a nuestros hijos la oportunidad de conocer las maravillas que ofrece este planeta que no dejaremos perder.




jueves, marzo 26, 2009

Mascarilla policial

Después terminar una pequeña lucha contra la computadora y la conección a internet (tuve problemas para ingresar a la conección), me di con una pequeña e hincante sorpresa que despejo las dudas de lo que pensé era una ilusión óptica. Al regresar de la universidad y dar una vuelta por las céntricas avenidas de nuestra capital noté un agregado al uniforme de un policía de transito, al encontrarse este en medio de la avenida no alcance a diferenciar si se trataba de una mascarilla o un pañuelo que se lo colocó por alguna razón ajena al interés público.

Resulto ser la primera. Una nota en la página web "El Comercio" revelaba el misterio:

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Contaminación ambiental obliga a policías de tránsito a utilizar máscaras desechables [aquí la nota con video]
15:04 La medida busca prevenir enfermedades respiratorias entre los efectivos en el centro de la capital. Es la primera vez que emplean esta protección.

Los altos índices de contaminación en Lima producidos por la emisión vehicular de monóxido de carbono han obligado a los efectivos de la Policía Nacional, que dirigen el tránsito en el centro de la capital, a utilizar mascaras con el fin de prevenir enfermedades respiratorias.
Desde las primeras horas del día de hoy, jueves, los efectivos del orden salieron a las calles con sus mascarillas desechables lo cual generó la atención de conductores y peatones.
Esta medida, que fue dispuesta por la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, rige en un principio para los efectivos del orden que dirigen el tránsito vehicular en Lima Metropolitana.
Se tiene previsto que esta acción se repita no solo en los distritos limeños sino también en otras ciudades del interior del país con alto índice de contaminación como son los casos de Arequipa, Cusco y Chiclayo.

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Comentario enviado a El Comercio: Si bien es una buena medida que se debió adoptar hace mucho tiempo, es increible que hayamos tenido que llegar hasta tal extremo. La contaminación (y no solo la atmosférica) es un caso grave que conlleva a que proximamente tengamos que usar protección, al mismo estilo de las plantas de residuos tóxicos, para ir a la tienda de la esquina!

Haciendo incapié en el hecho de el pésimo estado de nuestro parque automotor, nos preguntamos si es moralmente concebible que se hayan alivianado las sanciones para los vehículos que no pasen las pruebas tecnicas programadas en este año.

Mucho trabajo tenemos por realizar en temas de contaminacion y conservación. Como estudiante universitario no desearía en un futuro tener que subir a un microbús para ir a clases y ver un letrero que rotule: no abra la ventanilla, peligro de intoxicación.

miércoles, marzo 25, 2009

La hora del Planeta


martes, marzo 24, 2009


Empiezo a creer que algo tiene el café que tomo por las noches. Es eso o tal vez la música con la que quedo dormido. Cada vez tengo más sueños extraños, y estos no son de los típicos sueños que tengo mientras estoy despierto; más bien se tratan de sensaciones profundas, confusas y hasta tenebrosas que invaden la mente mientras uno esta en los brazos de Morfeo.

En fin, en esta vez, como en la gran mayoría de casos, solo recuerdo pequeños fragmentos. Yo, como un tigre enjaulado iba de lado a lado entre los barrotes que delimitaban mi reducido espacio. Afuera hombres, mujeres, reían. Reían bajo las luces señalando la flaca criatura moribunda que fui. Luego, tras apagarse las luces, solo quedaba el silencio frío y húmedo. Mi tos o mi ir y venir golpeando la jaula hizo que llegase un hombre hacia mi… quedo mirándome, analizando mi huesuda silueta. Tomó un basto e hinco mi pellejo. Reaccione con un rugido, un rugido tan lamentable que parecía la asfixia de un gato. El hombre al notar eso, abrió la jaula, bajé… sentí alivio, era libre…libre, por fin abandonaba esa jaula en la que dios sabe desde cuando haya estado capturado. Él me tomo del pescuezo con una soga para conducirme afuera. Respiré el aire tranquilo del exterior, regresándole algo de vida a mis pulmones… aunque estaba nublado, mis ojos lagrimeaban por la falta de costumbre al brillo solar.

La soga de mi cuello se soltó, podía ir libre, caminar a mi antojo. Temblorosas, mis piernas avanzaban entre la maleza del lugar…libre…libre. Un sonido tan fuerte que no lo oí, un dolor ciego que atravesó mis costillas…caminaba…caminaba…caí. Lo mire, con un rifle humeante…el cartucho vacío en el suelo y una calidad humedad que corría por mi pecho. Antes de que se nuble la vista pude ver una nueva jaula con un nuevo preso ocupando el lugar que tuve.

lunes, marzo 23, 2009



Mientras tu sonrisa se dibuja a los lejos,
yo dibujo un camino para sentirla cerca.

Mientras tus oídos escuchan las melodías que el viento susurra,
yo hablo en la ventana para que mi voz se una a esos susurros.

Mientras tus pies caminan tierras a mil pasos de los míos,
yo quito las piedras a mi alrededor para cuando llegues no encuentres tropiezos.

Mientras tus manos acarician naturaleza salvaje,
yo arranco las espinas para que no te puedas dañar.

Mientras tus ojos pasean del presente al pasado,
yo escribo historias para soñar con un futuro

Mientras tu cabello baila inducido por el aire,
yo lo recojo para adornarlo con primaveras prendidas a un alfiler.

Mientras tu boca canta libre lo que sientes,
yo capturo esas canciones para envolverme en tu palabra.

Mientras tus lágrimas surcan tu rostro buscando refugio,
yo hago un espacio enorme en mis hombros para poderlas albergar.

Mientras el tiempo corre y tú lees lo que escribo aquí,
yo lo detengo para buscarte y lo pongo en marcha para pensar en ti.


-radnia pauk'ar-

viernes, marzo 20, 2009



Silencios que ensayan sombras
e inciertos brotes de ambiguedad
Unos labios entre brumas
Y una boca ciega que aun podia mirar
y siempre estuve arañando tu sombra
envolviendome en tu aroma y en tu andar
- Daniel F -

jueves, marzo 19, 2009

Por la melatonina y el cafe...


Necesitaba hablar con alguien. Ese alguien especial que uno sabe que está ahí... aunque sea a la distancia, pero está. Porque había pasado poco antes un día negro, y sus residuos aun rondaban con esa lentitud que llegan a tener las plagas mas horrendas.

Pudo ser su vida a contra reloj, como los ejecutivos, o mi forma de hacer las cosas sin planes, esporádicamente... o tal vez solo la casualidad; la cuestión es que pocas palabras se pudieron intercambiar con aquella persona. Y aun así hablaba con ella, por que siempre lo hago, por que la mente es mas fuerte que el cuerpo. Y fue exactamente la mente quien me transportaba a donde sea que se hallase, o la traía a donde yo me encontraba... para charlar, para pedir un consejo, enseñarle una proeza, contarle alguna derrota... o tomar un café dibujando garabatos en una hoja.

Era simple y encantador. Utilizar una característica maravillosa del cerebro para salir del cuerpo sin abandonar el pellejo y los huesos. Hasta que se debilitó. O yo me debilité. Entonces algo tenía que ya no lograba esos fantasiosos encuentros. No obstante uno se las ingenia. Esta no fue la vez. Olvide si querer la primera forma en que uno descubre los sueños: estando dormido. Ahora que soñar despierto se me hacía algo complicado...

Siete y veinte de la mañana. Mi hermana me despertó para despedirse, se iba al colegio. Permanecí en la cama entre un programa radial y unos libros en la cabezera. Luego de media hora de convencerme que debía levantarme, baje a desayunar tras el intento de sacarme el malestar con la ducha. De regreso en la cama, la música y los libros adormecianme. No precisaba el tiempo ni el alrededor, sin importancia me deje arrastrar al sueño.

Uno no sabe cuando es que se queda dormido, ni tampoco cuando comienza un sueño. Solo estaba ahí... viajando en esa realidad paralela, en ese mundo interno sin limites. Y recuerdo... recuerdo verme ahí en el patio de mi anterior casa, lejos, era algo distinta, creo q estaba mejor. Mis piernas se extendían en el suelo gastado mientras veía correr a ese enorme perro mio que solía destrozar romper los vidrios de la mampara con sus enormes patas y era capaz de cargar ladrillos con la boca. Todo un monstruo él... extraño como el amo. Bajo un blanco cielo acaso otoñal mis dedos recorrían un teclado y mis ojos ahora estaban frente a una pantalla. Heme ahí, conversando con esa persona especial.

Siempre fue así. Distante, quizás. Largas, entreveradas, emotivas, graciosas, apuradas y miles de adjetivos mas, así eran las conversaciones... y siempre a través de maquinas, frías. Hasta en sueños. Y no importaba, aunque hayan sido mediante cartas enviadas por palomas, o con señales de humo, mensajes en botellas... el medio no importa si es que llega el mensaje, sea tarde...sea temprano, sea real... sea un sueño mas...

Entonces escuche el sonido de un cristal romperse, venia del patio del costado. Aquí debería aclarar que en lo real los patios están algo separados... esta vez los dividía una especie de pared alta como si fueran dos habitaciones, empero sucedía que donde terminaba el patio uno podía asomarse y ver al otro lado. Eso hice. Al asomarme vi una joven de espaldas que se sacudía la basta del pantalón, a su costado una portátil y del otro lado los restos de un vaso en medio de alguna bebida derramada.

Sin darle importancia regrese a donde me hallaba y continué la conversación. Extraño pareció al leer que regresaba en un momento, ya que iba por algo para recoger un vaso que se le había caído. Coincidencia, pensé, y le comente lo que había visto. Callados. ¿Acaso podría ser...? Algunas preguntas sobre donde estas o que estas haciendo... y la duda crecía. "Espérame un momento, ya regreso." Me puse de pie y fui a echarle otro vistazo al patio vecino, su rostro me era algo conocido. Regresé.

- ¿Estas usando algo morado sobre un polo negro?
- Si...¿por que?...¿como sabes
- Amh... espérame otra vez - y fui de nuevo - No se..pero me late que no eres tan enana como yo pienso
- Arg... tengo tamaño normal, tú eres el anormal jaja =), pero de que me estas hablando
- No me juzgues de loco, si estas en un patio con... unos jardincitos y un árbol de lima, acércate al borde... donde acaba
- ¿Que?
- Nada. Olvídalo, estoy alucinando
- Ire al borde.

Leí esa ultima linea mostrada en la ventana del messenger. Al llegar al final de la división de patios...¿Como pudo suceder? Estábamos a kilómetros de donde vivíamos. Pero estábamos ahí. Tal vez dije una estupidez o algo gracioso como saludo, porque rió. Y era ella, sin ser ella. Una imagen que se formo a base de fotografías, que ahora hablaba... y no era tan enana como creía.

Lo que luego vino lo recuerdo de una manera borrosa. Pregunté como era que estaba ahí, en la casa que perteneció a parte de mi familia... y le mostré algunos de los rincones raros que esta tiene en su deteriorado existir. Así debieron haber pasado horas, bajo ese cielo nublado, tan blanco, tan blanco...blanco, conversando cosas de este y el otro mundo, entre risas y penas.

Parecía estar el reloj con las agujas congeladas, pues el día permanecía inalterable. Notaba eso y otras cosas... No se si sera un don, una cuestión psicológica o algo raro en el cerebro; hay sueños en los que despierto... sin despertar. Me explico: estoy en un sueño, sea bonito o feo, y de repente me pongo a pensar y me doy cuenta de que es demasiado extraño para ser cierto, como si un algo interior reaccionara en el limite de lo fantástico y lo real. Sucedió de la misma manera, para pena mía. Desperté en el sueño y razone que era todo producto de los procesos psiquicos.

Antes de despertar pude despedirme dando las gracias por su tiempo, por escuchar... y lo que es mejor, responder.

Ojos abiertos. Once de la mañana y algunos minutos mas. Un delgado libro sobre mi pecho y unas enormes ganas de 'por favor cuerpo duérmete de nuevo'. Por mas que lograse dormir (aunque era lo menos probable) sabia que no iba a retornar a ese mismo sueño. Ducha de nuevo. Saque un cuaderno y comencé a escribir, con ese sentimiento mezclado de alegría y pena, como cuando un amigo se va lejos tras verlo después de mucho tiempo. Y así... las lineas se escribían solas luego de vernos sin estar viéndonos... y hablar sin haber hablado.

sábado, marzo 14, 2009

hasta ayer...

No pensé que lo primero que viesen estas lineas serían los rezagos de algo que fue... que fue y se detuvo. Porque hay cosas que llegan sin previo aviso y se quedan ahí ocupando un gran espacio, una forma continua que se acumula en las horas suicidas a la marcha del reloj. Y es que si bien no fue el cuerpo lo que llegó repentinamente, fue la sensación la que tomó esa carta de presentación.

Fue en una de esas noches que se le escapan a diciembre cuando se produjo el primer intercambio de palabras. Fue solo un "hola/hola/como estas?/parado" que en su corto significado abrió la puerta de una habitación a la que poca gente llega entrar. No fue de inmediato, claro. Previo a la llegada de lo que en verdad importa, rondaron las efímeras conversaciones de quienes no tienen mucho de que hablar, o mas bien de quienes tan poco se conocen como para interesarse en buscar un tema que comentar.


Hasta que llegó el día. Como suele suceder cuando descubro a una persona especial, se produjo dentro de un ambiente no muy cómodo: problemas personales. Y es que aunque no lo paresca, esta circunstancia es favorable ya que uno puede darse cuenta quién le brinda solución o al menos unas palabras de alivio. Así fue. Con el transcurrir de los días iba en aumento, ya no eran solo simples intercambios de palabras, era mas, con un lenguaje distinto, casi fantástico, casi irreal.

Cuando uno va conociendo mas lo que tiene en frente y descubre 'cuan maravilloso es' llega un invitado no deseado: el miedo. Por que el miedo se presenta hasta en la persona mas segura. Y era un miedo típico, el miedo a perderla. Por escalofriante que pareciera no era razón para jugar todas las cartas a favor de retenerla, aun así... lo hice. Fui afortunado, debo reconocer; mi jugada arriesgada dio buen fruto y me hallaba victorioso, encaminado hacia lo que con el girar de las agujas se pondría mejor.


Aquí comienza la extraña travesía. Pasaron muchas, muchas, muchas cosas que formaron lo que era la relación en ese momento, cosas que por razones de tiempo y comodidad solo citare una en esta oportunidad. Se había formado un deseo mutuo, una fuerza que ataba sin apretar y cuyo nudo aun no estaba listo. Claro, todo había pasado muy rápido e irónico a nuestro deseo de luchar contra el tiempo, debíamos dejar que este transcurra su camino para que todo salga mejor. Era una buena idea, una buena idea... mal ejecutada. Por que ese miedo que llevo a dar los primeros pasos ahora vestía otro traje, un traje de impaciencia, de ganas de apresurar las cosas. Culpa compartida, uno ejecuta y el otro lo permite. Llevados por el potente chorro de sentimientos, era un viaje por un rió muy rápido que disfrutamos bastante. Tuvimos días intensos, no eran frecuentes pero cada vez que se daban eran pocos los limites, llevados como siempre por la prisa y una especie de "cada vez un paso mas".


Es curioso como en tramos de los ríos hay esas cascadas, caricaturesco pero real. Pues teníamos que llegar a nuestra cascada. Nada era igual, como dicen :"después de la tormenta siempre llega la calma". Esto era algo distinto, digamos un: "después de la fiesta llega la resaca". Regresaron los problemas, una mezcla de sensaciones raras, irracionales, instintos erróneos que me llevaron a cambiar mi comportamiento... De la noche a la mañana el fuego decreció, y envuelto en un manto de discordia personal me hice a un lado... queriendo encontrar algo sin buscar. Pasajeros de una balsa en el mismo río... pasajeros que no se comunicaban... el río hizo de las suyas, para cuando se abrieron mis ojos la caída era inminente. Caímos.

Caímos y aun seguíamos en la balsa... una balsa maltrecha que apenas se mantenía a flote. El final trágico de cualquier filme. Mas no todo es gris. Aun había un lazo... un antiguo lazo, el mismo que nos condujo a eso por no saber conservarlo, por confundirlo. La medicina tiene una opción para un cuerpo en estado critico que no puede recuperarse: la eutanasia. Pues la aplicamos. La aplicamos y pudimos ver el naufragio de la balsa y el rebrote de algo que se había dejado de lado.

No sabría como expresar la mezcla de sentimientos que tengo ahora, es como una felicidad sobre tristeza, una lección para no volver a resbalar por ese barranco que apresura la secuencia de hechos y una tranquilidad de ver sonreír ese rostro que apague inconscientemente con una mala acción. Como es de saber común "el tiempo cura todas las heridas", que lo haga y luego podre lucir orgulloso las cicatrices, teniendo en cuenta el balance final de la historia: perdí a la pareja y recupere a la amiga.