domingo, mayo 17, 2009

Un verso más para Benedetti

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Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño
que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido
por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?
Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda. Es un abismo.
No me lo digan cuando me despierte.
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HASTA SIEMPRE MARIO!!
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Montevideo (DPA). El escritor uruguayo Mario Benedetti murió hoy en su domicilio de Montevideo, a los 88 años, dos semanas después de haber superado un problema intestinal que lo mantuvo quince días internado, informaron medios locales.(...) El escritor y poeta es autor de numerosas obras, entre ellas artículos periodísticos, cuentos, novelas y ensayos, que han sido traducidas a varios idiomas. El 14 de setiembre Benedetti iba a cumplir 89 años.
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sábado, mayo 16, 2009

Entre láminas


Y llevé dentro de urnas transparentes a los cadáveres de pequeños seres

que se ahogaron en su mar de hambre.

Busqué entre sus restos…
y encontré la nada circulando en silencio.


Una voz que decía “no hay nada”,
una extrañeza inicial por la confusión.

Y lo comprendí.

Encerrados en sus habitaciones cilíndricas,
las partículas danzaban hasta su precipitación.

Hasta que llegaron aguas ajenas que se dispusieron a ser exploradas.

Una gota minúscula que formó una película delgada sobre el cristal,
un sumergimiento en el baño rojo
como para que su cuerpo se nutra con el brillo de una nueva sangre.

Bajo un halo protector pero frágil
descansaba tu cuerpo
teñido y diminuto.

Un ojo lejano echó la mirada por el largo túnel
que habría de ampliar tu enigmática imagen,
una voz femenina confirmó tu existencia…
otra, explicó tu naturaleza…

Llegó mi turno,
aproximé la vista a la ventana…
y te pude ver.

Te pude ver, Vorticella.



Y solo fue un encuentro en el laboratorio u.u

martes, mayo 05, 2009

Qué no haría para meterle 2 horas más a cada día!

Es la mitad de otra semana más, otra de aquellas que están cambiando el ritmo de mi vida, de dejar de preocuparme por trivialidades y me hacen pensar en enormes y ambiciosos planes para el futuro.

Clases viene, clases van…. Trabajo tras trabajo, mi cerebro se va exprimiendo y se forman esas zonas duras que le dan más resistencia, estoy aprendiendo. Aprendiendo a llevar mi vida en otro ritmo, a mirar por encima de mis ojos, a sentir más allá de mi piel, a imaginar fronteras lejanas que algún día podré cruzar.

He dejado de lado el blog por varios días, bueno tampoco soy un escritor reconocido ni nada por el estilo, así que no hay por que alarmarse. Doy gracias a aquellos que se dieron algún tiempo para echarle una ojeada a este manojo de letras y desvaríos que llamo publicaciones =).

Hoy, como hace varios días, desperté temprano para ir a estudiar. Es maravilloso como las cosas se han encaminado guiadas por algún plan maestro que no recuerdo haber trazado, tal vez soy tripulante de un barco cuyas velas están atadas a mis brazos y sin querer edifico el curso que el navío ha de seguir. Mi habitación se ha visto invadida de múltiples y variados frasquitos que contienen aguas infestadas de microorganismos (bueno, ahora solo hay bacterias, creo que los protozoarios y las algas se murieron de hambre). Mi escritorio y la mesa con pizarra que improvise cuando iniciaron mis clases están bajo montañas de libros, separatas y papeles sueltos. Donde antes había un espacio vacío para acumular el polvo, ahora hay una caja de guantes descartables, mascarillas y frascos de vidrio con tubitos. Las tardes de leer a Quino (Mafalda), Ribeyro (La palabra del Mudo) y Mauro de Vasconcelos (Mi planta de naranja-lima) pasaron a ser momentos de aquí y allá consultando a Robertis (Biología celular), Serway (Física) y Figueroa (Matemática Básica). Las arañas desaparecen cada vez que hago limpieza, al mismo tiempo que emanan los pequeños pececillos de plata…

Cada mañana despierto, veo un extraño cielo por la moribunda ventana, pronostico el clima que hará ese día, me visto, como algo y continuo por el camino hacia lo que estoy seguro es la carrera de mi vida. No hay mejor satisfacción que regresar por las noches, dejar la pesada mochila, revisar algunas cosas en la computadora, buscar información como loco y antes de dormir darle de comer a un pez que adopte en la universidad.

No estoy en la tierra de la felicidad; pero soy un hombre feliz.

Paz.